MENTIRAS Y VERDADES

 



Qué me importan tus mentiras
si siendo tuyas no muero
y si mientras las escucho
siento que aún más te quiero.

No sé qué pueden tener
las mentiras y el recuerdo
que cuando las oyes sientes
y escuchas como un revuelo
de estrellas que giran, giran,
de lunas detrás de un velo,
de manos rozando el aire,
de labios rezando el credo.

No me importan tus mentiras
y me dan igual tus credos,
no quiero sombra de esquinas
ni falda que tenga enredos
ni las palmas des-aladas
plantándose entre dos ruedos
con algodones de bruma
cogidos entre dos sueños.

La verdad cortada a fuego,
la verdad que más tememos,
la que llega con rumores
que nunca nos merecemos.
Duros dimes y diretes
en torres de gatuperios
que son rumores de sala
grabados a sangre y fuego.
La verdad pura y sincera,
esa es la que yo quiero
para que tu oído oiga
y sienta lo que yo siento,
para que no quede vano
ni perezoso, ni yermo
y así se rodee de paz
lo que no tiene remedio.

Románticos los amores
que están rodeados por dentro
de miedos y de temblores,
de dolor en el encuentro,
de sombras y atardeceres
de luna y remordimientos
y que a veces se terminan
con un desenlace cruento.
Pero cuando yo te miro
con este mirar sincero,
un mirar que está diciendo
¡mira como yo te quiero!
y cuando presto al abrazo
te dedico algún requiebro,
ese amor, querida mía,
sólo es amor sincero.

Frío de impoluta escarcha,
para el corazón un duelo
pero pensándolo bien
siempre existe algún consuelo
aunque sepa a buen seguro
que mi querer sólo es sueño
y los sueños no son malos
si no llegan al desvelo.
¡Qué me importan tus mentiras
si siendo tuyas no muero
y si mientras las escucho
siento que aún más te quiero!....

Joaquín Pérez de la Blanca y Vida.
5-noviembre-2007.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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