CORTANDO CEBOLLA

 
 


La tarde...caminante...
efímera y pasajera...
va transformando las transparencias del cielo...
elaborando colores...
cambiando...del azul al gris...
para rematarlo en negro...

Y mi mirada se pierde...se aleja...
y atraviesa la pared pintada de gotelé...
para ocultar el ladrillo...

¡Ya estoy lejos! ¡no oigo nada!
¡he rozado el infinito!
Ahora...puedo hablar a solas..."conmigo"
intentando convencerme de que...
no soy un reglón torcido...
que quizás...en un descuido
me he salido del papel...
que no soy...
de la imperfección..el defecto
del traje de novia...la mancha
de los garbanzos...el negro
de la adulación...la farsa
ni del Universo...la nada...
Me aploma la soledad de una rosa
que crece sobre un terreno baldío...
o la de una pajarita con las alas de charol
que nunca pudo ser libre...
¡nunca despegó y voló!

Quisiera...
desempolvar con una fina y delicada gasa
mis recuerdos...
y orearlos para darles vida...
liberarles del insoportable hedor
de la odiosa naftalina...

Recordar...
los inmensos ojos verdes de mi hija
que hace tiempo que no veo...
y la infancia de mis hijos
con su alboroto de risas, gritos y pataleos...
pero... será mañana ... quizás
cuando sus manecitas curiosas
juguetearán y enredarán con sus dedos
aquella sencilla medalla
que colgaba de mi cuello...
se harán... ¡tan pequeños!
que podré...
arrullarles con mis brazos...
apretándoles contra mi pecho...
tapándoles con la falda
como antes...en su infancia...
cuando solía dormirles
al compás de una nana...
y besaré sus mejillas de seda con brillo de porcelana...
les daré mi corazón...
envuelto en una lazada
con los bombones rellenos...de ternuras...de mimos y de palabras...
Correremos por el parque de columpios oxidados
jugando al escondite o cazando mariposas...
y cuando salga la luna...
les subiré a mis espaldas y tocarán las estrellas...
y con un cincel afilado
grabaré sus nombres en la corteza
de un arce azucarado...

Y será mañana...¡tal vez!
cuando vuelva a ver nevar tras los cristales...
y los empañaré con el vaho caliente de mi boca...
Miraré los perfiles de mi cuerpo...
en el espejo grande de mi alcoba
y..de puntillas...
daré dos o tres giros...
para ver como serpentea
el borde del vaporoso vestido....
y sobre mis orejas...
en lugar de zarcillos...
me colgaré dos cerezas...
lavaré mis cabellos con el agua de cerveza
para devolverles el brillo
perdido por la pereza...

Pero hoy..estoy aquí...
cesa el delirio en mi cabeza...
y mi mano escribe...
extrafalaria..inexperta...sin destreza...
y no sé ni por qué lo hago
resulta más que evidente que es...
porque me siento enferma
con los ojos de cristal
y la piel...de cartón piedra...

Y..¿qué mas dá?...¿a quien le importa?
mañana cuando despierte...
el mundo seguirá imperturbable y metódico...
las oficinas abrirán a las nueve...
los colegios a las nueve y media...
el reloj que marca las horas de mi pequeña y tranquila ciudad
dará las doce...a las doce...
el inevitable telediario de las tres...
en pan crujiente de cada día
el encendido de luces a cada puesta de sol...
el sol que siempre desaparece por el mismo sitio
el silencio de niños y gorriones...
la dura oscuridad de la noche
que cuando el cielo no esté encapotado
se vestirá de lentejuelas brillantes...
el tubo de escape de una moto...
atronará la calle desierta...
y el reloj...dará las doce de la noche...a las doce
y me escocerán los ojos...
y lloraré...
cuando solo esté bebiendo leche...
y no...
cortando cebolla.................

Clarise.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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