A PATRICIA

 

 


A ti mi querida nieta Patricia,
cuántos años sin verte ni besarte
cuánto tiempo sin poder dedicarte
mi amor y no recibir tu caricia.

Impiden que mis brazos con delicia
te abracen, seguir tu vida y verte,
segaron mi derecho y así tenerte
por decisión de perversa avaricia.

Pero no me quitarán el quererte,
ni recordar cada día tu presencia
en mi memoria estás siempre presente.

Por mucho que persistan con malicia,
no sacarán olvido de mi mente,
ni de tu frágil cuerpo la sangre mía.




Martes, 4 de abril de 2006.

Carlos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER