Amanece y el cielo no oculta ya
las luces de la claridad, ni el sonido del viento
que canta por la paz
Terminó la guerra, que enturbiaba tu interior,
las dudas, la tristeza, eran tu opresor.
Quiero apoyarte, lavar las heridas
de un castigado corazón, para que remendado
pueda volver a mostrarse, como siempre hizo,
lleno de esplendor.
Déjame ayudarte, porque somos hermanos.
Hermanos en armas, la pluma y la sensibilidad.
Dame la mano que quiero ayudarte
a cruzar el mar de la tristeza.
Solo quiero que el sol, de paso a tu caminar,
borrando las nubes negras, que enturbian la paz,
oscureciendo el interior.
Ocultando el sendero que te lleva,
al monte de la calma,
donde tu corazón es libre, libre para poder amar
la belleza y la paz, la armonía y la libertad.
Déjame verter las lágrimas, aquellas que has de expulsar,
cuando dañen tu espíritu, sumiéndolo en la tristeza total
Hermanos en armas, alegría y cordialidad.
Esperando el camino, que nos lleve más allá
de las ocultas barreras que entorpecen el caminar,
dañando nuestra serenidad.
Hermanos en armas, amistad y solidaridad.
Para que llegues al lugar,
donde la felicidad guarda tu nombre.
Y yo quedaré contento, por haberte podido ayudar
Hermanos en armas, corazón y felicidad.
Al-campoamor.
27-febrerol-2008