FOTOMUSICA

Como tengo tantos años, recuerdo el tiempo en que la inmensa mayoría de las mujeres solo trabajaban en su casa. Eran los tiempos del machismo. El hombre, al aportar su salario, parecía que le daba el derecho a mandar y decidir en todos los aspectos de la vida familiar. No quiero decir con esto que en aquel tiempo todos los hombres fueran malos y las mujeres unas santas. Había de todo, como siempre, porque la bondad o la maldad en los comportamientos, por lo común, se lleva en el alma desde que uno nace. Lo que pasaba era que la mujer, al no disponer de medios económicos para poder organizarse y sobrevivir por sí sola, tenía que estar supeditada a las decisiones de su marido en el ámbito familiar. Otra cosa es que esas decisiones fueran justas o nó, o que los comportamientos del marido fueran honrados y honestos o nó. Si el hombre era infiel, su pecado no parecía tan grave y, si por el contrario, era la mujer, la sociedad le señalaba y le repudiaba con dureza.
A medida que la mujer se ha ido incorporando al mundo laboral, y por el solo hecho de disfrutar de una independencia económica, su capacidad de decisión y mando se ha ido incrementando, hasta el punto en que hoy, no solo en el hogar sino en todas las comunidades, instituciones, estamentos sociales y políticos, alcanza la igualdad y yo diría que en ciertos aspectos hasta se manifiesta superior. Son los tiempos en se aspira al total del feminismo. Pero todo tiene sus pros y sus contras.
Las personas de mi generación , o sea aquellas cuya edad sobrepasa hoy los 70 años, hemos sido testigos de un cambio generacional que los jovenes no pueden advertir, y no voy a entrar en la disyuntiva de analizar si antes fue mejor o peor. Simplemente era diferente. El poder adquisitivo en los tiempos del machismo era tremendamente inferior al que ahora tienen la inmensa mayoría de las familias y la subordinación de la mujer hacia el hombre, en terminos generales, queda susodichamente demostrada. En cambio, ahora que en esta civilización occidental disfrutamos de tantos bienes materiales, no podemos negar que por efectos del progreso, aparecen gravísimos problemas que antes no existian. El incremento de la producción y el consumo constituye el factor primordial, a nivel nacional, que mueve la economía. Esa tendencia no está equitativamente controlada en el mundo y mientras los paises desarrollados crecen a mayor ritmo en este sentido, los mas pobres no salen de su miseria y se hace muy poco o nada en favor de su desarrollo potencializando sus recursos naturales, agrícolas o industriales, excepto si tienen petróleo, en cuyo caso las grandes potencias se pelean por hacerse dueñas de su explotación. No podemos negar que la industrializacion desmesurada de grandes áreas del planeta resulta nociva para la conservación del medio en que vivimos. El humo de tantísimas grandes chimeneas industriales, el de los coches que ya se han constituido en una plaga mundial, y el almacenamiento de residuos químicos, radiológicos y nucleares, traeran a la larga catástrofes naturales que ya empezamos a intuir.
Respecto al ámbito familiar, la comparativa entre lo de antes y lo de ahora tambien resulta espectacular. Del matrimonio eclesiástico se ha pasado en gran parte al contrato matrimonial judicial que deja las puertas abiertas a la disolución facil de una convivencia entre la pareja, ruptura que en la mayoría de casos perjudica a los hijos si los hay, pero que incrementa la sinceridad afectiva, porque desaparece aquello de tener que sopotar, de un lado o de otro, a la persona que no queremos.
En lo político hemos pasado de regímenes dictatoriales en los municipios y en la naciones a otros teóricamente democráticos, donde, por desgracia, no todo es una seda porque el egoismo, el deseo personal de enriquecerse y la reivindicación de viejos litigios nacionalistas encuentran un caldo de cultivo favorable para la discordia y la confrontación
En lo social antes habian ricos y pobres. Los ricos lo eran mucho y los pobres tambien. Apartir de la década de los 60 empezó a surgir una clase media en nuestro pais, que con el desarrollo industrial se ha ido incrementando hasta nuestros dias. Hoy, no obstante, continúa habiendo ricos mucho mas ricos todavía y pobres que llegan hasta la indigencia, cosa que la democracia ni el socialismo ha podido erradicar. Pero peor es aun, por su extensión, el nivel de endeudamiento al que se ven sometidas gran parte de las familias para poder hacer suyos los bienes mobiliarios o inmobiliarios de que disponen. La necesidad de tener absorbe a la cualidad de ser. Se aspira a ser mas en razón de deber menos y algunos perecen en el intento, si nó muriéndose fisicamente, al menos quedando económicamente maltrechos y anímicamente destrozados. Es el precio a pagar por el progreso del que alardea nuestra actual civilizacion, que no hubiera podido ser sin la intervención y el concurso de la mujer en su ambición de conseguir una sociedad mas feminista e igualitaria.
Si a mí me preguntaran cual sería mi preferencia entre aquellos tiempos pasados del machismo y estos otros en que nos desenvolvemos hoy, a pesar de todos los inconvenientes de esta sociedad actual, sin dudarlo yo responderia que abogo por lo de ahora, porque estoy convencido de que al progreso no se le pueden poner puertas, aunque sepamos que nos lleva irremisiblemente, a la larga o a la corta, hacia la destrucción del género humano.

Para que os riais un poco despues de soportar la lectura de mi escrito, os dejo un enlace para que me oigais recitando una poesía machista que escribió magistralmente Rafael de León, poeta gaditano. Se titula: "Trigo limpio".

http://www.peravid.com/poesia/trigolimpio.mp3

Saludos
carlos-gr

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la felicidad puede ser la resultante de la verdadera concordia entre nuestra fortuna y nuestra forma de vivir

Gracias Carlos por ese recital tan sentido.....y digo sentido por que me ha hacho recordar a mis padres y el sonido de la guitarra igual que nos la tocaba cuando éramos pequeños.....Dulces recuerdos aquellos.....

La vida y los tiempos han cambiado mucho en todo y a todos,pero
ahora me parece que esto no es vivir............si que antes habia sus más y sus menos............pero ahora ,salvo algunas personas sensatas, ya es un desmadre y ves un porvenir para hijos y nietos muy estresado e
inseguro.....

Del machismo de entonces ,al feminismo de un tiempo acá, que quieres que te diga....todos los estremos son malos...pero las mujeres suelen ser más astutas y más quejicas que los hombres y asi salen ganando , pero los hijos salen perdiendo...........A la vista está de como suelen tratar a los padres muchos de ellos.. y no son felices ni cuando son chiquillos


Claro que de todo hay en la viña del Señor............

Por ahora los mios me quieren, y a sus padres los respetan. Almenos así lo demuestran y me hacen feliz.

Saludos y paz para todos.

Isaines

¡Que te voy a decir yo, amigo Carlos, de lo que han cambiado los tiempos desde nuestra juventud hasta ahora!

Te voy a poner un ejemplo. Cuando yo estudiaba Derecho, la mujer infiel cometía un delito de adulterio que era sancionado con pena de carcel: fuese infiel dentro o fuera del domicilio conyugal.

El hombre, si yacía con otra mujer que no fuese su esposa, fuera del domicilio conyugal, no cometía delito alguno. Tan solo incurría en delito, que se llamaba de concubinato, si alojaba a la querida en el domicilio conyugal. Pero la condena no era de carcel, sino de destierro por una temporada, apartado de su casa. La solución era "poner un piso" a la querida, y ya estaba exento de delito alguno.

Pero lo peor del caso aún no lo he dicho: el esposo estaba autorizado para asesinar a su esposa y amante si los cogía in fraganti copulando. Eso era una eximente que hacía que el hombre saliese libre del juício sin responsabilidad alguna, pues se entendía que había actuado en defensa de su honor.

Hablamos de las salvajadas de la lapidación en ciertos países actuales y nos olvidamos que hasta hace tres días y durante muchos siglos, nosotros llevamos a cabo prácticas aún peores, pues eran delitos de asesinato, con premeditación y alevosía, ya que el marido solo necesitaba un detective privado que le indicase lugar y hora del encuentro para quitar la vida impunemente a la esposa y al individuo que yacía con ella, que quizá ni sabía que era casada.

Hemos pasado al otro extremo del movimiento pendular de la historia. Ahora hay miles de parejas que practican el intercambio. Y no pasa nada.

¿Qué situación es mejor? Pues no lo sé, porque ambas son malas. Quizás me incline por la actual, pues demuestra que existe libertad, aunque grandes capas de la sociedad estén incurriendo en el libertinaje.

Lo que sí es cierto es que, por el camino que va la humanidad, ya no van a producirse más movimientos pendulares, pues no le doy ni cien años de pervivencia al género humano en la tierra. Y lo siento por nuestros nietos y biznietos, que van a sufrir mucho.

Un saludo, amigo

Antonio

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Paz y Amor para todos

Antonio

Hola Carlos.
Ante todo gracias por lo que tu ya sabés, es extraordinario aunque me llegó un poco tarde con el correo....pero en fín lo tengo bien guardadito.

Muy buen mensaje el tuyo y con mucho argumento pero como sabrás yo soy aún lo que me puedo considerar una mujer joven ya que te diré que en abril cumplo los 54 años y todo lo he visto muy diferente a vosotros, pero no por ello voy a poner mi granito de arena a este mensaje.
Sabrás que en muchas cosas estoy de acuerdo y en otras que no, la mujer siempre hubo alguna que otra que trabajaba fuera de su casa, y te doy como ejemplo a mis dos abuelas, mi madre que ahora cumplirá 80 años toda su vida trabajó fuera de casa, de soltera, de casada y con nosotros tres, lo que pasa que también hay las diferencias de vivir en una gran ciudad a una ciudad no tan ajetreada como Barcelona y por no dejar los pueblecitos en aquellos años.
Llevas toda la razón que en aquellos años el hombre se creia el amo del mundo, de su mujer , de su casa y de todo , por ser el único que llevaba el sustento a ella., pero no generaba cariño sino miedo..........pero me dejareis hacer un alto en el camino.......
es que a la mujer siempre se le ha negado la sociedad muchisimas cosas, por ejemplo el estudiar, el poder ir a la universidad, por ejemplo y esto era una gran barrera para todas ellas, pero se acabó con la mano autoritaria del el hombre y fué entonces cuando la mujer empezó a salir del cascarón y a beneficiarse de todas las ventajas que un hombre tenía, eso no se llama feminismo. a eso se llama igualdad de condiciones.
Ahora, el hombre como la mujer, estan sumamente igualados en el saber, en la realización de uno mismo, en puestos de trabajo o politicos, pero ojito aún nos siguen discriminando en materia de Salario y eso a mi entender no es justo.
En cuanto a lo del matrimonio, amigos de que sirven los papeles de la Iglesia, me lo podeis contestar, cuando en la realidad los que valen son todo aquel papel jurídico y es por ello que muchos ya ni sueñan con pasar por la vicaría, yo lo hubiera hecho también si viviera en estos momentos. En cuanto a los hijos, los hijos sufrian antes y ahora cuando los padres se separaban, o es que en vuestro tiempo no se separaban, pués claro que sí, debo decir que mi abuela se separo de mi abuelo en el año 32, lo que pasa que el padre se largaba y la madre tenia que acarrear con los hijos sin nada que el hombre le ayudara además de ser el hazmereir de la sociedad, por favor.Creo que es mejor la ruptura de un matrimonio que no se lleve bien o sea el divorcio, que no aguantar malos tratos o palabras soezes o mejor dicho aguantar a una persona a la que has perdido todo el cariño que deposistaste en él, y el mejor de los casos para cuando se tienen hijos ya que ellos sufren las consecuencias de los malos humores de los padres.Ya se que todo causa trauma pero a mi entender es lo mejor.
Las situaciones han cambiado y mucho, pero es que el mundo tiene que ir para delante no dos pasos hacia delante y cinco para atrás, todo esto conlleva a ventajas y desventajas en todos, ya sean familias o no.
En cuanto a lo de los ricos o pobres, creo que esto siempre lo ha habido y lo habrá, porque el mundo esta muy mal repartido.
Pero Hoy por hoy nuestra gran esperanza esta en nuestra juventud, nuestros hijos o los hijos de nuestros hijos y es por ella por lo que debemos nosotros de entender su mensaje que quizá pocos lo entendemos porque queremos hacer de ellos nuestra imagén y semejanza y eso no puede ser, como no pudo ser con nosotros cuando en nuestra ocasión muchos nos revelamos a nuestros padres.
Ahora mismo esta juventud, no toda claro esta, una gran minoria son espejo de la sociedad en la que viven, reflejan sus problemas y devuelven una imagen que no queremos ver.
Son productos de una sociedad violenta, conflictiva y a veces inhumana en la que sobreviven los más crueles o los más hipócritas. Por eso responden con violencia, afirmándose en comunidades que les dan seguridad y afecto que ocultan con ademanes guerreros pero que expresan con naturalidad en sus bailes y reuniones privadas. Las bandas son comunidades emocionales de víctimas que se convierten en victimarios.
Parten de elementos que se encuentran en las mismas bandas para una acción desde lo cultural y sacarlos de la clandestinidad, e integrarlos en la sociedad para que aporten sus valores. Buscan apoyarse en los liderazgos existentes y en la capacidad de convocatoria que los grupos tienen. Asumen que el respeto a la autoridad y al orden jerárquico que los jóvenes viven en sus organizaciones puede derivar a liderazgos positivos si se realiza un trabajo adecuado. Ante la creatividad demostrada en sus vestidos, bailes y pinturas ellos mismos pueden proporcionar los elementos para generar propuestas creativas en cerámicas, decoraciones, ropas y bisutería. La generación de espacios donde puedan demostrar sus habilidades les daría la posibilidad de salir a un buen mercado laboral y hacerse visibles desde la propuesta y no desde la confrontación. Valorar la capacidad de adaptación, que les puede llevar a actividades lúdicas y técnicas . El sentido de ser comprendido, del valor y la expresividad de verse en algo útil, puede llevar a nuevas formas de relación en un mundo competitivo del que la caricia está ausente y la ternura desterrada. Rescatar el valor de los afectos familiares............en fin de muchisimas cosas que a veces ni nos damos cuenta que a ellos le faltan.
Un saludo muy afectuoso
Magdalena