Dada la importancia del tema, me ha parecido oportuno reeditarlo, ampliando el comentario. Esta cuestión está siendo objeto controvertido y discutido actualmente en mesas y tertulias radiofónicas y televisivas.
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Alguien me ha dicho que es desalentador el panorama que tenemos por delante en nuestro pais, ya que, si miramos hacia la Izquierda, ¡vaya panorama!, pero..., miedo da intentar volver los ojos hacia lo que hoy conocemos por derecha porque es tan impresentable y lamentable que ni tan siquiera saben ser una oposición responsable y creible. Así es una pena que lo que llaman Democracia se nos atragante a las personas que hemos vivido lo suficiente como para entender que lo que está pasando en nuestra España es algo grave, ya que es imposible vivir con un mínimo de orden y tranquilidad.
Yo he contestado lo siguiente: estoy totalmente de acuerdo. La oposición tampoco vale. Yo diría que, hoy por hoy, quedan a un lado los clásicos conceptos ideológicos de "Izquierda" y "Derecha". Lo que ahora hay en la sociedad española son dos facciones diferentes: los que viven del presupuesto y no quieren apretarse el cinturón ni perder sus privilegios -a excepción de humildes asalariados-, y los otros a quienes se les pide confianza y que sigan pagando sus impuestos y trabajando al máximo para superar su propia crisis y que no la noten los del otro grupo.
¿De quién es la culpa de la crisis? ¿De los bancos o de los que, queriendo vivir por encima de sus posibilidades, se comprometieron a hacer pagos que ahora no pueden afrontar?. Zapatero culpa a los bancos y, no obstante, invierte nuestro dinero -el de las arcas públicas- en comprarle activos sospechosos que nunca vamos a recuperar; invierte nuestro dinero en la seguridad del sistema porque sabe que la quiebra de un solo banco en España podría suponer tambien la desbandada económica y la quiebra, a su vez, del gobierno. Los banqueros dicen que la culpa de la crisis, no solo en España sino en el mundo, la tienen las hipotecas basura, los impagados y los morosos. Y para colmo de la incongruencia, a nuestro Gobierno solo se le ocurre pedir a los banqueros que sigan dando créditos e hipotecas al sector privado, como antes, que fue, en definitiva, lo que dió origen a la crisis actual, además de la caida inmobiliaria. Es como querer curar a un enfermo envenenado dándole mas dosis del veneno que lo envenenó, aunque esta circulación crediticia la encomienda a los Bancos y a las Cajas de Ahorro y nó al Instituto de Crédito Oficial (ICO), que es el Banco del Gobierno, que solo está para favorecer sus intereses y a sus elegidos.
Si en eso consiste toda la sabiduría económica de nuestros gobernantes, dentro de poco ¡que Dios nos pille confesados!. La sociedad española ya está suficientemente endeudada como para no seguir entrampándola mas aún. Quieren apagar un incendio pidiéndole a otros que echen mas leña al fuego, salvaguardando sus propias responsabilidades.
Pero eso no es todo. Se comenta en tertulias radiofónicas que la Banca española tiene vencimientos, a muy corto plazo, de créditos e intereses con la Banca internacional por mucha mas cuantía del dinero que el Gobierno le está entregando y le tiene reservado. Las corporaciones locales y autonómicas están también endeudadas con pequeñas y medianas empresas, cuya supervivencia se hace inviable por falta de cobro desde que se acabaron las tramitaciónes de permisos y licencias de obras que eran la mayor fuente de ingresos de aquellas.
El Gobierno de España pide propagándisticamente a la Banca que el dinero que le entrega fluya crediticiamente hacia sectores privados, mientras sabe, comprende y oculta que tanto estas entidades, como los ayuntamientos y demás corporaciones han de atender primariamente a sus propias necesidades.
Es el dinero que sobre, o parte de los euros entregados a los municipios, lo que en definitiva será empleado en los planes de obras de infraestructuras y adorno de pueblos, en cuya ejecución se cifra ingénuamente el paliativo del acuciante desempleo actual. Eso sí...¡anunciándolo a bombo y platillo en cada obra con enormes carteles, cuyo coste se cifra en 36 millones de euros, mientras al poder judicial se le ofrecen solo 20 millones para la modernización informática de sus oficinas, bloqueadas y semiparalizadas, porque la importancia del funcionamiento de la justicia y la seguridad ciudadana queda relegada a un plano secundario por el Gobierno actual!
Fracasada la construcción como motor principal de la economía española y visto y comprobado que la agricultura no es lo nuestro ni el sector de las cadenas de montaje del automóvil tampoco por la carestía de la mano de obra, solo queda el turismo, que podrá subsistir únicamente rebajando sus precios en competencia con los del mismo ramo en los paises circundantes
En fin..., un verdadero desastre ante el que debemos permanecer alerta, agudizando la precaución de quien pueda ante inversiones a largo plazo y sensibilizándonos a un futuro incierto en la medida que nos corresponda y pueda repercutir en cada cual.
Avidad
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PD. Este escrito, o mensaje, solo es un comentario de opinión: la mía. Cada cual puede formularse la suya, o no formularse ninguna y esperar a ver venir los acontecimientos, que es lo que suelen hacer muchos. O creer al optimista compulsivo Zapatero, que es lo que evidencia la gran mayoria. Yo solo deseo y espero que el tiempo no me dé la razón.
_________________ la felicidad puede ser la resultante de la verdadera concordia entre nuestra fortuna y nuestra forma de vivir
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