Parece ser que en la reunión del presidente Zapatero y Artur Mas de Convergencia y Unión, acordaron entre otras cosas, que el valenciano debe llamarse catalán, ante el regocijo de los del Turia.
Los catalanes ha emprendido una loca carrera para ver en que sitio consiguen que se les tenga más tirria. Empiezan con lo del Archivo de Salamanca, que ha dejado a los salmantinos más contentos que unas pascuas, y a los que les hablas de Cataluña y te dan dos ostias. Luego que si lo del Estatuto de las narices, que hace una España con varias autonomías y con diferentes ligas, de primera: Cataluña y Pais Vasco, y luego el resto que se repartirán, como Dios les dé a entender la segunda y tercera división, de esta liga macabra, que al final nos vá a meter en un follón de miedo. Y ya para colmo de los desatinos la emprenden con los valencianos, que andaban más callados que una puta en misa, y me los exaltan con lo de llamar a su lengua materna catalán. Inmediatamente, claro está. Los valencianos han montado en cólera y pronto veremos las consecuencias de todo este lío.
Creo que el presidente Zapatero, se ha propuesto la dudosa meta de pasar a la historia como el político que más daño le ha hecho a su patria. Claro que las consecuencias no las pagará él, que con exiliarse a las Bahamas se le acabó el problema. Lo malo es para nosotros, los españolitos de a pié. Que con un poco de suerte puede que terminemos como el Rosario de la Aurora
