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Foro sobre Manolo Escobar Foro de la web manoloescobar.net
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Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
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Publicado: Vie Ene 16, 2009 8:54 am Asunto: CRÓNICA DE UNA ILUSIÓN REALIZADA (Primera parte) |
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CRÓNICA DE UNA ILUSIÓN REALIZADA.
Primera parte: Preliminares. Preparación de la deseada visita (I)
Como es bien sabido, una de las mayores aspiraciones de cualquiera de los admiradores de la persona y obra de D. Manuel García Escobar que se dan cita en el foro de discusión creado por Victoria Jimena e inserto en la página web manoloescobar.net, es conocer personalmente al artista, estrechar su mano, manifestarle su fervorosa adhesión y lograr una fotografía con la cual inmortalizar ese memorable momento, exhibiéndola con orgullo en cualquier lugar donde se tercie.
Muchos compañeros de este ámbito de discusión han conseguido ya este objetivo. Otros, en cambio, no.
Hay quien ha padecido, cual espina clavada en su corazón, esta circunstancia y ha mantenido hasta el último momento viva la llama de una íntima esperanza: encontrarse cara a cara con Manolo Escobar, decirle cuánto le quiere y besar su mejilla con indisimulada emoción.
Mariana Pérez Oller, autollamada "la abuela del foro" es un claro ejemplo de este grupo de seguidores del "maestro". Tuvo una clara oportunidad de realizar su deseo hace ya un tiempo, coincidiendo con la actuación de D. Manuel en la ciudad de Terrassa, provincia de Barcelona, a pocos kilómetros de su domicilio, radicado en Vilafranca del Penedès, localidad perteneciente también a la provincia de la ciudad condal.
Mas dicha aspiración se vio truncada por una repentina indisposición del artista, tras su actuación, unida a una rigurosa decisión de su representante y sobrino Gabriel García, quien, en un deseo de velar por el descanso de aquél, canceló "casi" todas las visitas y entrevistas solicitadas con Manolo Escobar por sus seguidores.
- Eso fue lo que más me dolió -llegó a comentar amargamente-. Que, al menos, hubo dos o tres personas del público (entre ellas, creo que un chico joven) a quienes dejaron pasar al camerino. Y a mí, que llevo toda mi vida persiguiéndole y deseando verle, me dejaron en la calle.
Un gran número de los mensajes publicados por Mariana, al menos los últimos que escribía, iban en esa dirección y rezumaban desencanto y decepción. Parecía que nunca lograría ver cumplido su sueño, hasta que un día pudimos leer el siguiente "post":
"Me voy el día nueve [de enero]:
Bueno, por fin voy a Benidorm. Sí, allí donde vive nuestro gran Manolo Escobar. ¿Será posible que, al fin, pueda yo poner aquí una foto mía con él? ¿Me podrá recibir esta vez? ¿Tendré que "quemar" (sic) el timbre de tanto llamar a la puerta? Estas y otras preguntas serán respondidas a mi regreso.
Fdo.: La abuela preguntona, pero viajera..."
Me encontraba yo en Granada, mi tierra, pasando con mi familia unos días de descanso por vacaciones de Navidad, cuando recibí una llamada en mi teléfono móvil de un número que no reconocí y me apresuré a contestar:
- ¿Señora de Rafael Casas? -preguntó.
Al instante, identifiqué a mi interlocutora. Pude comprender el motivo -aparte de felicitarme el nuevo año, por supuesto- de dicha llamada.
- No. Te equivocas -respondí impertérrito-. Soy el propio Rafael Casas.
- ¡Ah! -se vio sorprendida-. Pero, ¿me conoces?
- ¿Cómo no, Mariana? -continúo-. ¿Cómo no...? Dime...
- Bueno -comenzó-. Ya sabrás que el día nueve salgo para Benidorm en viaje organizado con el "Inserso". Ni que decir tiene que tengo muchísimas ganas de conoceros, tanto a Laura como a ti, junto con vuestras familias. Y, por supuesto -recalcó, elevando la voz- también a Manolo Escobar. Ya sabéis, ¿eh? ¡También a Manolo Escobar!
La conversación se desarrolló con toda cordialidad -Mariana es una señora cariñosa, llena de encanto y ternura, y sabe transmitir dichas cualidades- y quedamos para vernos durante su estancia en tierras levantinas.
Era preciso, por tanto, gestionar rápidamente la visita de Mariana a la residencia del cantante almeriense en la ciudad de Benidorm y, sobre todo, que dicha gestión fuese fructífera, positiva. Para ello, había que recurrir -¡cómo no!- a su "mano derecha" y hombre de confianza, el archiconocido y poderoso sobrino Gabriel García, para que diese el visto bueno y fijase la fecha de la entrevista.
Con el fin de lograrlo, se me ocurrió que el primer y fundamental paso lo diese Victoria, utilizando sus dotes de persuasión y, posteriormente, fuese yo mismo quien entrase en escena. A tal fin, la llamé por teléfono:
- Sabrás -comencé- que la "abuela" Mariana llega a Benidorm dentro de unos días y está literalmente rabiando por darle un abrazo a D. Manuel. Hay que hacer algo...
- Pues, lo único que se me ocurre -contesta- es llamar a Gabriel y plantearle el tema. No creo que haya otro medio de acceder al "jefe"...
- Así es -afirmo-. Para eso te llamo, precisamente: para proponerte que seas tú quien te pongas en contacto con su sobrino y le solicites esa visita que tanto desea Mariana. Creo que, con el fin de arrancarle una respuesta positiva, podrías magnificarle el tema y exponerle que se trata de una admiradora de 72 años que desea cumplir este sueño deseado con tanta ilusión y desde hace tantísimo tiempo, que es la persona mayor de nuestro foro y no querría morirse sin tener una foto con su tío -nos reímos cuando llego a exagerar hasta este extremo-, que en su día ella fue quien le regaló a D. Manuel un precioso paño, bordado con todo primor, y que a él tanto le gustó y que, por favor, acceda...
- Lo haré, Rafa. Lo haré. Te llamo yo y ya te respondo. Confío en dar buenas noticias.
No fue Victoria quien se puso en contacto conmigo, sino yo nuevamente. Pocas horas después de la conversación anterior, volví a marcar su número de teléfono:
- ¡Te iba yo a llamar ahora, Rafa! Pero, me he despistado... Perdona.
- ¿Qué? -le pregunto impaciente.
- Ha respondido que sí. Que acepta -respiro aliviado, pensando en la mayúscula sorpresa y en el grito de alegría que emitirá Mariana cuando se lo comunique-. Le he comentado la situación, tal y como hablamos, y me ha dicho que le llames tú a él para concretar el día y la hora de vuestro viaje a Benidorm.
- Muchas gracias, Victoria. ¡No te pudes imaginar la expresión de satisfacción de nuestra "abuela" cuando sepa el resultado de esta gestión...!
- Bueno, ahora te toca entrar en juego a ti.
- Y lo haré lo mejor que pueda. Insistiré hasta lograr que nuestra Mariana cumpla su gran deseo. No le queda duda a nadie de que esto va a salir bien...
- Así lo espero -concluye mi interlocutora-. Tenme al corriente de todo. |
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laura_escobarista don manuel

Registrado: 23 Ago 2007 Mensajes: 831 Ubicación: Elche
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Publicado: Vie Ene 16, 2009 7:10 pm Asunto: |
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Rafael eres un gran escritor, me encanta como escribes, es que lo haces perfecto, todos los detalles y la forma de escribirlo, lo vivo otra vez de nuevo, es increible, enorabuena por tener ese don que Dios te a dado.
Por favor sigue escribiendo que me encanta leerte y vivir otra vez todos los momentos.
Un besazo de tu gran amiga que te quiere muchisimo.  _________________ LA ESENCIA QUE IMPREGNA NUESTRAS VIDAS, LA TRANSMITEN LAS PERSONAS, QUE HACEN REALIDAD NUESTROS SUEÑOS......GRACIAS MANOLO Y GRACIAS ESCOBAR. |
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David don manuel
Registrado: 24 Sep 2006 Mensajes: 2118 Ubicación: España
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Publicado: Vie Ene 16, 2009 8:00 pm Asunto: |
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Señor Casas es uste un fenomeno jajaja _________________ Poco a Poco aprenderé que no hay sueño inalcanzable y que en esta vida por todo hay que luchar sin cesar si te importa de verdad |
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MANOLO don manuel
Registrado: 10 Abr 2008 Mensajes: 1810 Ubicación: Guipúzcoa - Salamanca - Madrid
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Publicado: Sab Ene 17, 2009 11:48 am Asunto: |
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Gracias por comprartir esta historia,cada vez que escribes me dejas boquiabierto .Ahora a esperar a la segunda parte
Gracias
Un saludo _________________ La primera vez fue un 10 de Julio de 2009 en Pamplona / La segunda vez fue un 13 de Febrero de un 2010 en San Sebastián / La tercera vez fue un 6 de Noviembre del 2011
Tanto el como su familia con la hostia |
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Juan Antonio don manuel

Registrado: 27 Ene 2006 Mensajes: 1668 Ubicación: Bélgica ( y Asturias )
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Publicado: Sab Ene 17, 2009 12:26 pm Asunto: |
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Gracias Rafael,
Siempre la misma afinidad, la misma abilidad en la escritura. ¡ Me encanta leer tus escritos y si además es para comunicarnos noticias tán buenas, el placer esta sublimado!
Gracias por compartir con todos nosotros tán dichoso evemento !
Y en horabuena a todos vosotros !!!
Un abrazo a ti y un Olé, olé y olé a tu arte !
Juan Antonio _________________ Hola,
Soy "Escobarista" desde los pañales y de "Moritas verdes" a "Cantinera" sus coplas siempre fueron acompañando cada etapa de mi vida.
( Tambien soy pintor )
http://carreno.skyblog.com/
http://www.carreno.monespace.be/ |
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Victoria Administrador

Registrado: 26 Ene 2006 Mensajes: 2568 Ubicación: Rincón de la Victoria (Málaga)
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Publicado: Sab Ene 17, 2009 8:29 pm Asunto: |
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Jope, Rafa, parece que tienes una grabadora detrás de la oreja. Me dejas boquiabierta cada vez que cuentas algo... Sobre todo los encuentros con Manolo. Entre eso y las fotos, es como estar allí presente, en una esquina de la habitación. Ya estoy deseando "ver" la llegada al "porompompero" Bueno, paciencia.
Mariana, chiquilla, que por fin lo conseguisteeeeeeeee.
Gracias, Rafa, por las gestiones y por tu narración. Y que esperamos la siguiente como agua de mayo. |
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claudia don manuel

Registrado: 16 Feb 2006 Mensajes: 1560
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Publicado: Sab Ene 17, 2009 11:41 pm Asunto: GRACIAS VICTORIA |
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Viva la madre de Victoria... viva nuestra jefaaaaa, y gracias por encauzar este paso que sin ti no hubiera sido posible, tu eres el alma de esta página y a ti Gabriel te hace caso, y gracias a Rafael, por su insistencia, ya que me consta que le costó varias llamadas, GRACIAS a Laura por ser tan guapa, joven y excelente persona, ¡¡si vierais qué modelito mas precioso llevaba... estaba radiante de juventud y de alegria, ¡¡¡alucuinaba¡¡¡ estaba tan emocionada como la abuela pero claro es tan joven y guapa, que seguro eclisó al Maestroooo. Nos dimos unos cuantos abrazos Laura y yo, de ver que por fin nos hemos conocido y estuvimos muy felices, rebosa alegria y no quiero olvidarme de Marce que sin él... no llegamos, ya que fué el que llevaba el coche.
Ah... y el maestro, salió a la puerta, y se quedó alli despidiendonos hasta que el coche dobló la esquina. Majísima la señora de Rafael, y los niños muy guapos. ¡¡Que tarde pasamos juntos¡¡ de verdad, amigos que he vivido dos fechas que no olvidaré nunca, y que conservo para siempre con las fotos que hicimos.
la abuela que os quiere.  |
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BRUJILLA don manuel

Registrado: 26 Nov 2007 Mensajes: 522
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Publicado: Dom Ene 18, 2009 12:22 pm Asunto: |
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jolin rafael eres un fenomeno tesoroooo me quedo con la boca abierta cada vez que escribes algo uff parece que lo estoy viviendo en directo enora buena mariana lo as conseguido y laura que decirte ati me alegro que estuvierais hay todos ati rafael tambien gracias por hacernos participes de esa esperiencia tam marabillosa un abrazo |
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Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
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Publicado: Dom Ene 18, 2009 2:19 pm Asunto: |
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CRÓNICA DE UNA ILUSIÓN REALIZADA
Segunda parte: Preliminares. Preparación de la deseada visita (II).
Aprovechando un momento de descanso en mi trabajo, llamé a Gabriel García. Aunque tengo los números de teléfono de su domicilio particular, preferí ponerme en contacto con él a través del móvil. Había que apresurarse y realizar las gestiones pertinentes con rapidez pues la llegada de Mariana a Alicante se acercaba.
- Buenos días, Gabriel -había tenido suerte, ya que el teléfono estaba operativo y contestó su titular-. Soy vuestro amigo Rafael Casas...
- Feliz año, Rafael. ¿Cómo andáis todos por ahí? Supongo que con mucho trabajo.
- Afortunadamente, sí -es mi respuesta-. Bien: Victoria ya ha hablado contigo y te ha planteado el tema de la visita de Mariana, compañera y amiga nuestra, a Benidorm y de su gran deseo de conocer personalmente a tu tío, ¿verdad?
- En efecto, Rafa. Así es -confirmó.
- En ese caso, supongo que ya no es necesario que vuelva a repetirte su solicitud y la ilusión de hacer realidad su sueño.
- Muchas gracias, Rafa. Ya me hago yo cargo de todo -fue su respuesta.
- Entonces, ¿qué día es el más idóneo para visitar a D. Manuel?
- Te respondo con otra pregunta: ¿cuándo se marcha Mariana de Benidorm?
- El viernes, día 16 -contesté rápidamente-. ¿Qué os parece este mismo fin de semana?
- Son malos días para Manolo -tras consultar su agenda, continúa-: Hasta el miércoles 14, no podría ser posible.
- Estupendo, estupendo -concluí y en mi tono de voz se adivinaba la alegría contenida-. El lunes o martes te vuelvo a llamar para concretar la hora.
Pensando en la emoción que habría de sentir Mariana, antes de comentarle la conversación anterior, opto por informar de dicha gestión a mi querida amiga Laura Cuervo, pues ella -junto con su novio- habrían de acompañarnos a la residencia del artista almeriense.
- ¡Qué ilusión, Rafael! ¡Qué ilusión! -exclamó-. Ya empiezo "a estar de los nervios". Verdaderamente, no me lo puedo creer. Parece todo un sueño.
- Pues, no -añado-. Se trata de una preciosa realidad: en primer lugar, para la abuela Mariana; en segundo lugar, para ti y para mí...
- Pero, oye... -no todo podía ser perfecto y se adivinaban ciertas dificultades-: Se plantea un problema.
- Dime: ¿cuál?
- Si la visita se fija por la mañana, Marce y yo no podríamos acudir pues estamos trabajando. Tampoco podríamos pedirle el día libre a nuestro encargado. Si se quiere contar con nuestra presencia, tendría que ser el miércoles por la mañana, necesariamente.
- En la misma situación me encuentro yo –es mi respuesta-. Pues..., nada. Si es así, que vaya Mariana sola y que, después, ella nos haga partícipes de su emoción y entusiasmo. Al fin y al cabo, la visita está diseñada y preparada para ella. Ante todo y sobre todo, para ella...
- Ya, Rafael –interrumpe Laura con tristeza-. Pero, tú sabes la ilusión que a mí me hace asistir y estar, de nuevo, junto a Manolo.
- Entonces –finalizo la conversación- seamos positivos y pensemos con optimismo que nuestro encuentro tendrá lugar por la tarde.
Seguidamente, llega el momento de comunicar a Mariana la gran noticia, la respuesta tan esperada por ella, el instante en que habría de comprender que su ilusión se iba a realizar.
- Pero... ¿qué me estás diciendo? –no daba crédito y la emoción la dejaba sin palabras-. ¿Es verdad todo lo que cuentas?
- ¡Que sí! ¿Que sí! –confirmo-. ¡Que te harás la foto que tanto deseas!
- Muchas gracias, Rafael. ¡Eres tan bueno! (sic) Que Dios te bendiga.
- No me las des, Mariana –impido que continúe-. No las merezco. En todo caso, ese agradecimiento tuyo debo compartirlo con Victoria, pues ella fue quien dio el paso fundamental y logró que Gabriel accediese. Yo, simplemente, he continuado lo que ella dejó sin concluir.
- Y, ¿cuándo podré ver, por fin, al maestro? –preguntó con indudable ansiedad-. Deberá ser pronto; lógicamente, antes de que yo me vaya.
- Gabriel ha fijado el miércoles próximo como el día más idóneo –hay una pausa y continúo, con voz susurrante-: Me hace muy feliz comprobar que tu ilusión está intacta y que entre todos vamos a conseguir lo que tú tanto has perseguido y aún no has logrado...
- Pero, antes deseo conoceros a Laura y a ti personalmente. Y a vuestras familias, por supuesto. También he soñado con que llegara ese momento. ¿Os viene bien que nos veamos este domingo?
- Naturalmente, Mariana –concedí-. A todos nos parece muy bien ese día. Ha de ser aquí, en Alicante. No te preocupes por los autobuses de ida y de vuelta hacia Benidorm. Desde aquí hay muchos, a todas horas. Ya te informaré yo sobre ese particular. Iré a esperarte a la propia estación y pasaremos unas horas inolvidables.
Así fue. La tarde del día once de enero, precisamente durante mi cumpleaños, se produjo nuestro gozoso encuentro. Todos nos fundimos en un cariñoso y tierno abrazo y, con ello, daba comienzo una trepidante historia, plena de emotividad y sentimiento, cuya sola narración –tarea a mí confiada y asumida con verdadero deleite-, emociona y estremece.
Mariana llegó acompañada de su gran amiga y vecina Dolors (Dolores), escobarista como aquélla y envuelta del mismo entusiasmo que la “abuela” del foro, aunque, por desgracia, esta encantadora mujer no pudiese compartir el placer de saludar a su ídolo, el astro almeriense.
Las casi tres horas que pasamos juntos (la reunión finalizó a las nueve de la noche, hora en la que regresaron a Benidorm) fueron intensas, electrizantes. Hablamos de todo y de todos: la conversación se centró, fundamentalmente, en temas relativos a Manolo Escobar, en la situación provocada tras la reciente publicación en nuestro foro de discusión escobarista de diversos mensajes polémicos y contrarios al espíritu que nos mantiene unidos, en el evidente desencanto y cierta apatía y falta de estímulo en la mayor parte de los miembros de esta entrañable familia. Nos comprometimos a mantenernos unidos, adoptando para ello las estrategias precisas con vistas a revitalizar la necesaria cohesión entre nosotros, mirando hacia atrás y recordando un tiempo pasado que, evidentemente, fue mejor... En definitiva, hicimos votos para recuperar la alegría y la ilusión, sentimientos que parecen perdidos y que han motivado la defección, el abandono de algunos amigos y compañeros que han supuesto mucho y desempeñado un papel trascendental en la vida del grupo reunido bajo la rúbrica “manoloescobar.net”.
Aquella inolvidable tarde, por mí considerada como maravilloso regalo de cumpleaños, se inició un entrañable reportaje fotográfico –algunas instantáneas, aunque no todas, han sido publicadas en esta misma página web- que tuvo su punto álgido en la mansión de D. Manuel García Escobar y concluyó, minutos más tarde, en el hotel donde se alojaban Mariana y Dolors cuando, definitivamente, nos dijimos adiós.
Dichas fotografías constituyen un valiosísimo testimonio gráfico y son fiel reflejo de la desbordante alegría y entusiasmo que embargaron a aquellos amigos que habían tenido la gran fortuna de encontrarse... Y, lo que es más importante, de quererse.
El lunes, día 12 de enero, inicié un rosario de llamadas telefónicas, cuyo destinatario era, evidentemente, Gabriel García y el objeto, fijar la hora en que deberíamos llegar a la residencia de su tío, Manolo Escobar. No fue nada fácil contactar con el representante del artista. Más bien, todo lo contrario: mi insistencia carente de fruto hizo que me desesperase y llegase a temer lo peor. He aquí el calendario seguido:
a) A las doce de la mañana del mencionado día, fracasó mi intento de concretar el momento de la deseada reunión, pues el móvil de mi interlocutor estaba “apagado o fuera de cobertura”.
b) Una hora más tarde, repetí la llamada. En este caso, sí hubo respuesta:
- Buenos días, Gabriel. ¿Es buen momento para que hablemos...?
- No –fue su respuesta-. No lo es. Ahora no puedo atenderte, Rafael.
- ¿Cuándo puedo llamarte de nuevo?
- A las cinco. A las cinco de la tarde. Adiós.
c) Según lo convenido, a la hora fijada marqué su número de teléfono. El resultado fue el siguiente:
“Hola. Soy Gabriel García. En estos momentos no puedo atenderte. Por favor, deja tu mensaje en el contestador cuando oigas la señal...”
Con cierto enfado y decepción, colgué sin dejar razón alguna.
d) Al día siguiente, martes 13, por la mañana volví a llamar. Nada, no hubo respuesta.
Al mismo tiempo, recibí las llamadas de Laura y de Mariana que, expectantes, deseaban recibir alguna información. Pero, poco les podía decir. Únicamente transmitirles mi desazón y el temor de que todo quedase en una ilusión, en nada...
- Rafael –era Mariana y el tono de indudable amargura-: reconozco tu esfuerzo por hacerme feliz. Pero, he de decirte que si no logro en esta ocasión ver y saludar a Manolo Escobar, ya no lo volveré a intentar más. Estoy cansada y decepcionada. Esta es mi última oportunidad. Muchas gracias por todo.
- No desesperes –la animé-. Yo todavía no he tirado la toalla. Ten esperanza: lo vamos a conseguir. Te lo prometo...
e) A las seis de la tarde del mismo martes, volví a la carga. No fue posible la comunicación y la confianza en mis posibilidades descendía vertiginosamente. Pero, aún no estaba dicha la última palabra.
f) Una hora más tarde, a las siete, oigo de nuevo el contestador automático y no vacilo un instante. Esta vez había que jugársela y le dejo el siguiente mensaje:
“Gabriel, soy de nuevo tu amigo Rafael Casas. Te he llamado infructuosamente en varias ocasiones. Necesito que me comuniques la hora en que mañana podríamos ser recibidos por tu tío D. Manuel. Para Mariana será un momento de intensa alegría y emoción el poder saludarle. Espero tu respuesta. Muchas gracias”.
g) Eran las siete y media y me encontraba ayudando a mi hijo en la realización de sus deberes. Estábamos enfrascados en las divisiones y le explicaba que, para que una división esté correctamente realizada, el divisor multiplicado por el cociente y sumado el resto habría de ser igual al dividendo. En esas estaba, cuando el móvil sonó con insistencia...
- Buenas tardes, Rafael. Lamento mucho no haberme puesto antes en contacto contigo.
- ¡Hola, Gabriel! –era patente mi alegría-. ¿Qué tal estás...?
- Estupendamente.... Bueno, te llamo para decirte que mañana a las seis de la tarde, Manolo os espera en su casa.
¡Lo habíamos conseguido, al fin! La euforia se desató en mis amigas Laura y Mariana, cuando conocieron el desenlace de esta aventura. El día siguiente, miércoles 14 de enero de 2009, habría de ser el gran día. El día en que una ilusión, varias ilusiones, la de Mariana, la de Laura, la mía, habían de ser realizadas. |
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laura_escobarista don manuel

Registrado: 23 Ago 2007 Mensajes: 831 Ubicación: Elche
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Publicado: Dom Ene 18, 2009 3:14 pm Asunto: |
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Rafael nos dejas con la miel en los labios, ahora biene lo mejor, estoy deseando leerlo, que emocion mas grande, vivirlo otra vez de nuevo.
Muchos besos y sigue asi tan extraordinario.  _________________ LA ESENCIA QUE IMPREGNA NUESTRAS VIDAS, LA TRANSMITEN LAS PERSONAS, QUE HACEN REALIDAD NUESTROS SUEÑOS......GRACIAS MANOLO Y GRACIAS ESCOBAR. |
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ocran manolo

Registrado: 20 Jun 2008 Mensajes: 217 Ubicación: valencia
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Publicado: Mar Ene 20, 2009 8:53 pm Asunto: |
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menuda enviadia sana que me dais de saber que hace poco estuvistes todos en casa de manalo, joooo que envidia _________________ soy un gran aficionado a Manolo Escobar, lo mio es demasiado, no hay un dia que no me acuerde de él y de sus canciones |
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TONI EL PIPERO don manuel

Registrado: 29 Mar 2007 Mensajes: 1256 Ubicación: Sant boi de llobregat
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Publicado: Sab Ene 24, 2009 11:18 pm Asunto: saludos |
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se me caen la slagrimillas de tanta emocion Rafael jejejejejejej.
Que pasada , que alegria gracias Mi gran escritor por tan maravilloso relato. _________________ Querido Manolo |
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claudia don manuel

Registrado: 16 Feb 2006 Mensajes: 1560
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Publicado: Dom Ene 25, 2009 5:22 pm Asunto: TONIIIIII |
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ES QUE ESTE RAFAEL... ¡¡¡ES ÚNICOOOO¡¡¡ Y ES NUESTRO RAFAELL AHI LO TENEMOS PARA NOSOTROS COMO A mANOLOOO ¡¡AY MADRE MIA AYER CUANDO LO VI EN CINE DE BARRIO RECORDÉ AQUELLA TARDE... ¡¡¡QUE BONITO FUÉ CREO QUE NO LO SOÑÉ VERDAD QUE NO lAURA?
ka abuela que aun est.a recogiendose la baba jejejejejeje  |
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Rafael don manuel

Registrado: 30 Jun 2006 Mensajes: 846 Ubicación: Alicante
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Publicado: Dom Ene 25, 2009 6:28 pm Asunto: |
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CRÓNICA DE UNA ILUSIÓN REALIZADA
Tercera parte: El viaje. Nuestro encuentro (I).
La mañana del miércoles, 14 de enero, transcurrió apacible, tranquila. Desempeñé mi trabajo con total normalidad y únicamente dos conversaciones telefónicas “alteraron” la rutina laboral de una jornada que habría de pasar inadvertidamente, como suele decirse “sin pena, ni gloria”.
- Rafael –era Mariana, hecha un manojo de nervios-. ¿A qué hora podemos quedar? ¿Y en qué lugar?
- Teniendo en cuenta que D. Manuel nos espera a las seis de la tarde –respondí-, lo más razonable es que nos veamos veinte minutos antes. Por otro lado, el lugar más indicado podría ser en la acera de la avenida Severo Ochoa, justo a la altura del hotel Meliá-Benidorm...
Recapacito un momento y, de inmediato, rectifico:
- ...Mejor aún: deberás esperarnos en la esquina de la calle del actor Tony Leblanc, haciendo intersección con Severo Ochoa. Como, de todas formas, tenemos que subir por aquella calle (que es de dirección única), ese es el mejor lugar posible.
- Todavía no me lo creo –contesta emocionada-. Estoy impaciente porque llegue el momento tan soñado. Mientras no sea así, pensaré que todo ha sido una ilusión.
- Llegará. Ten confianza –concluyo nuestro breve diálogo-. En este momento, me está llamando Laura al móvil. Te dejo... Allí nos vemos, Mariana.
Descuelgo el teléfono y atiendo a mi interlocutora:
- Tendrías que verme, Rafael –está temblando, pero sólo aparentemente. De ello estoy seguro-. Te lo digo yo: ¡como un flan! ¿Quién iba a decirme a mí que iba a cumplir uno de mis grandes sueños? Figúrate: ir a casa de Manolo...
- Si perseveras en tus propósitos, si tienes definidos y claros tus objetivos y luchas por alcanzarlos, los lograrás. Créeme: yo te considero como una persona que mantienes tus ideales y peleas por ellos. Estoy seguro que, lo que hoy ocurrirá, Dios mediante, es un paso intermedio de cara a nuevos retos, más importantes si cabe.
No sabía en aquel momento que aquella reflexión mía iba a ser profética, pero esto es ya otra historia...
- ¡Ojalá! Bueno –fue al grano-, ¿dónde quedamos? ¿Te recogemos en la puerta de tu casa?
- Nos acompañará María, mi mujer. Ella también tiene mucho interés en venir... Pues, sí –proseguí-. Te doy mi dirección y aquí nos vemos. No es difícil llegar.
- No nos importa. Además, vamos con tiempo suficiente y Marce programa el GPS. No tendremos ningún problema.
- Hemos quedado con Mariana a las seis menos veinte. Para no ir demasiado ajustados, deberíamos salir de Alicante a las cinco menos diez. ¿Os parece bien esa hora?
- Estupendamente. Un beso muy grande. Hasta luego –se despidió.
Así fue, en efecto. En el momento convenido, María y yo aguardamos la llegada de nuestros amigos de Elche, pero eran las cinco de la tarde y no daban señales de vida. Con cierta impaciencia, cogí el teléfono móvil.
- ¿Por dónde vais? ¿Tenéis problemas en llegar?
- No te preocupes –responde Marcelino-. Estamos entrando en Alicante (exactamente, nos encontramos junto a las instalaciones de Butano) y no tardaremos más de diez minutos en llegar.
Exactamente, todo ocurrió según lo previsto. A las cinco y diez tomamos asiento en el coche conducido por Marcelino. Era evidente la alegría que a todos nos inundaba.
- ¡No me lo creo! ¡No me lo creo! –exclama Laura-. Esto no es real.
- Sí, lo es –replico-. Por cierto, ¿cómo os habéis retrasado tanto?
- Han sido sólo 20 minutos –se excusa Marce-. La culpa la han tenido la salida de Elche y la entrada de Alicante. Había mucho tráfico, sobre todo muchos padres recogiendo a sus hijos de los colegios, y concretamente aquí, en Alicante, un gran caos circulatorio.
- Vale, pues no hay nada que añadir –zanjo la cuestión-. Ahora, desde aquí y hasta que lleguemos a la casa de Manolo Escobar, sigue mis indicaciones y todo transcurrirá sin novedad alguna. Aunque, creo que a la hora en que Mariana nos espera..., ni pensarlo. Con que estemos aproximadamente a las seis de la tarde en la vivienda de D. Manuel, habremos cumplido nuestro objetivo.
Antes de salir del casco urbano de la capital, tiene lugar una llamada recibida en el teléfono móvil de Laura. Ella se apresura a contestar:
- Dime, Mariana. ¿Cómo te encuentras?
- ...
- ¿Ya estás ahí? Pero, ¿sabes tú por dónde vamos nosotros ahora? Si todavía estamos saliendo de Alicante.
- ...
- ¡Ah, que no te importa! –sigue Laura-. Pues, nada... Vas a tener que esperar un buen rato.
- ...
- Sí, aquí está. ¿Quieres hablar con él? –me da inmediatamente el teléfono-. Para ti: es Mariana.
Antes de oír la voz de la “abuela del foro” y auténtica protagonista del día, le doy nuevas indicaciones a Marcelino:
- Vamos a entrar en la autovía, en dirección a Valencia. Ten cuidado en la incorporación pues hay un “ceda el paso” peligroso y los coches van por aquí muy rápidos. Además, el carril de aceleración es cortísimo...
A continuación, me centro en Mariana:
- ...Hola, encanto. ¿Cómo has pasado la noche?
- No he pegado ojo, Rafael –es su respuesta-. Llevo varios días sin pensar en otra cosa: sólo en ver a Manolo. Tú dirás que estoy loca, pero...
- ¿Quieres callar? –me río con su exageración-. ¿Dónde estás en estos momentos?
- No te lo vas a creer, pero os estoy esperando en la esquina de la calle de Tony Leblanc, tal y como quedamos.
- ¿Ya? –pregunté sorprendido-. Pero, ¡si nos quedan al menos tres cuartos de hora de viaje! ¿Qué vas a hacer mientras llegamos?
- Nada –responde-. Seguir esperando, supongo. Mejor aún: probablemente, me vaya a ver tiendas. ¿Qué te parece?
- Para eso, no creo que te dé demasiado tiempo –celebré su ocurrencia.
- ¿Sabes lo que hemos hecho Dolors y yo esta mañana? Ni te lo imaginas.
- Cuéntame –le pido.
- Hemos intentado localizar la casa de Manolo. Para ello, hemos subido andando por la calle donde ahora me encuentro, hasta el final. Verdaderamente, es una cuesta tremenda... Y, en todo lo alto, hemos descubierto un chalet enorme, de color amarillo, y nos hemos dicho: “Aquí es. Esta es la vivienda de nuestro ídolo, de nuestro querido Manolo”. Estábamos tan emocionadas las dos que Dolors, incluso, ha empezado a tirarle besos, a distancia. Porque, Rafael, era allí. ¡Allí estaba el maestro! Nos encontrábamos tan cerca, tan maravillosamente cerca...
Esta mujer es un auténtico caso. Un ejemplar difícil de encontrar.
Los kilómetros se reducían a pasos agigantados. Marcelino conducía despacio, muy prudentemente, pero ya al fondo podían adivinarse las altas torres y la típica fisonomía de la ciudad de Benidorm.
Nuestro viaje había transcurrido prácticamente en silencio. Ante mis ojos pasaban los mismos paisajes, mi corazón latía y sentía las mismas inquietudes que hacía poco más de año y medio, cuando aquel camino hube de recorrerlo en compañía de nuestro querido amigo Ramón Sánchez. Era inevitable que su espíritu estuviese latente y, por tanto, que fuese el centro de nuestras conversaciones.
La suave música ambiental –por supuesto, se trataba de Manolo Escobar- ayudó a crear un clima intimista y que invitaba a la reflexión, clima que se rompió bruscamente cuando entramos en la localidad de Benidorm.
A mi lado, en el asiento trasero del vehículo, mi mujer dormitaba. Se sentía mal –le molestaba una pierna y tenía un fuerte dolor de cabeza- y fue el objeto de mi preocupación. Ello, unido a la permanente atención a los indicadores y a las advertencias que con frecuencia le iba haciendo a Marce –cuyo objeto no era otro que llegar sin novedad a nuestro destino- completó un trayecto emotivo, en el cual lamentamos no poder gozar de la presencia del compañero de Puerto Lumbreras.
- Tienes que abandonar la autopista en la salida que indica “Benidorm-Callosa d’en Sarriá” –anuncié a Marcelino-. Allí hay que pagar el peaje: creo que son 3 euros, o quizás un poco más.
- Nos quedan sólo 6 kilómetros, según el cartel que acabamos de dejar atrás –contesta nuestro conductor-. Estamos llegando.
- La pobre Mariana estará ya harta de esperar...
Exactamente, todo ocurrió como estaba previsto. Allí estaba nuestra “abuela”, en la esquina indicada, de pie, imperturbable, muy guapa –como es lógico, se había arreglado especialmente para la ocasión-, expectante... No nos había visto.
- Pítale, Marcelino. Creo que no ha reparado en nosotros.
No hizo falta. Giró la cabeza, nos miró y con una amplia sonrisa y el dedo pulgar de su mano extendido en señal de triunfo, subió al coche.
- ¡Ay, que nervios! ¡Dios mío! Esto es un sueño, es increíble (sic) –fueron sus primeras palabras.
- Sube por esta calle y, cuando no puedas continuar porque te lo impida la montaña, giras a la izquierda. La primera o segunda calle que desciende, en el mismo sentido, siempre a tu izquierda, es el lugar que buscamos. Allí vive el “maestro”.
- Creo que te equivocas –me corrige Mariana-. Tendríamos que seguir hacia arriba, y, al final, se encuentra ya la casa. Es muy grande, con la fachada de color amarillo. Imaginad: esta mañana nos hemos hartado de andar Dolors y yo y, por fin, hemos dado con ella. ¡Estábamos tan emocionadas...!
- Siento decirte que no –continué-. Marcelino, vuelve a girar a la izquierda, por favor.
Así lo hizo, pero el nombre de la calle donde reside Manolo Escobar no aparece.
- ¿Has visto como tengo yo razón? –es Mariana-. Hacedme caso...
- ¿Qué nombre indica esa placa? –pregunto.
- Calle Moscú –informa mi interlocutor.
- ¿Y esa de más allá? –prosigo.
- Calle Finlandia –vuelve a responder Marcelino.
- Nada –concluyo-. Nos la hemos debido de pasar. Da la vuelta de nuevo y vuelve a subir por Tony Leblanc. Aún tenemos tiempo de sobra, pues son casi las seis.
En efecto. Siguiendo mis instrucciones, a la segunda intentona hubo más suerte. Giramos al concluir el ascenso y en la primera calle, ya bajando hacia el hotel Meliá...
- ¡Aquí es! ¡Aquí es! –exclamo-. Aparca tras ese “Mercedes” negro.
- Es el coche de Manolo –susurró Laura-. ¡Su coche!
Mariana se encoge de hombros y yo la observo. Está muy nerviosa:
- ¿Ves como era donde yo decía? ¡Menuda la habrías armado si, como era tu propósito, “quemas” el timbre de una casa equivocada en el supuesto de que hubieras tenido dificultades en ser recibida! –prosigo-. Y tu amiga Dolors, tirándole besos a una mansión y a unos ocupantes que nada tienen que ver con Manolo Escobar.
Todos nos reímos. También Mariana:
- Bueno, bueno... ¡La abuela es humana y, de vez en cuando, se equivoca!
Allí está: el mismo carro forjado en el buzón de la fachada, el mismo muro exterior de color amarillo, el mismo diseño circular del edificio..., la misma ilusión, los mismos nervios.
- Voy a llamar ya. ¿Estáis todos preparados?
Así lo hice. Pulse el botón del portero electrónico y, automáticamente, tras muy pocos segundos, “Bosco” olisquea tras la puerta cerrada.
- El perro, es el perro –musito y, tras mirar a través de los barrotes de hierro que protegen la puerta de entrada-: Viene doña Ana. En cambio, a Manolo no lo veo por ningún lado.
La mujer de Escobar abre el portón y nos saluda atentamente:
- Buenas tardes, señora –respondemos todos al unísono-. Venimos a hacerles una visita, si no es mucha molestia.
Antes de que pudiese contestar, se oye la voz de D. Manuel quien, en lo alto de la escalinata que da acceso al interior de la vivienda, en pie y apoyadas las manos en una pequeña balaustrada de mampostería, asiste impasible a la escena:
- Pasad, pasad por favor...
Así lo hacemos, algunos un tanto temerosos, otros más decididos y yo, en concreto, equivocando la dirección:
- No, no –se dirige a mí el artista-. Por aquí... Subid y entrad en la casa, que hace frío.
Llegamos a su altura, nos acercamos y, uno a uno, lo saludamos efusivamente. Él es feliz, se nota. Sin dejar de sonreír y con los ojos sorprendentemente abiertos, continúa haciendo gala de su hospitalidad:
- Vamos, vamos. Dentro estaremos todos más cómodos y a gusto. No os cortéis (sic).
A partir de ese momento, daban comienzo 55 intensos, inolvidables y preciosos minutos en compañía de D. Manuel y esposa, cuya narración afronto con emoción y placer. |
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laura_escobarista don manuel

Registrado: 23 Ago 2007 Mensajes: 831 Ubicación: Elche
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Publicado: Dom Ene 25, 2009 7:31 pm Asunto: |
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Rafael eres impresionante, todo al detalle, parece que lleves una gravadora, para gravar cada momento, lo cuentas tal y como es, me dejas alucinada de verdad y como siempre nos dejas con la miel en los labios, ahora biene lo mejor, que emocion.
Un besazo muy grande y que te queremos mucho.  _________________ LA ESENCIA QUE IMPREGNA NUESTRAS VIDAS, LA TRANSMITEN LAS PERSONAS, QUE HACEN REALIDAD NUESTROS SUEÑOS......GRACIAS MANOLO Y GRACIAS ESCOBAR. |
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